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La vigilancia y ayuda paternales
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dencia y están pecando no solamente contra sí mismos, sino contra
Dios.
Si es posible, debéis hacerles sentir que han estado pecando
contra Dios, el puro y santo Dios: que el gran Escudriñador de los
corazones está disgustado con su proceder; que nada está oculto de
él. Si podéis impresionar así a vuestros hijos para que se arrepientan
de una manera aceptable a Dios, con ese piadoso dolor que obra
arrepentimiento para salvación, del cual no se debe arrepentir uno,
la obra será completa, la reforma segura. Ellos sentirán tristeza
no solamente porque sus pecados son conocidos, sino que verán
sus prácticas pecaminosas en toda su gravedad y serán inducidos a
confesarlas a Dios sin reservas, y las abandonarán. Sentirán tristeza
por su mala conducta porque han desagradado a Dios y pecado
contra él y han deshonrado su cuerpo ante Aquel que los creó y les
demanda que presenten su cuerpo como un sacrificio vivo, santo y
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aceptable ante él, que es su culto racional.—
An Appeal to Mothers,
21, 22
.
Vigilad las compañías de los hijos
—A menos que la mente de
vuestros hijos esté firmemente equilibrada por principios religiosos,
se corromperá su moral por el ejemplo depravado de aquellos con
quienes se relacionan.—
Christian Temperance and Bible Hygiene,
134
.
Resguardadlos, como deben hacerlo las madres fieles, para que
no se contaminen asociándose con cualquier joven. Conservadlos,
como joyas preciosas, de la influencia corruptora de este siglo. Si
debido a las circunstancias no siempre podéis vigilar su asociación
con jóvenes, como quisierais hacerlo, visiten ellos entonces a vues-
tros hijos en vuestra presencia; y en ningún caso permitáis que esos
amigos duerman en la misma cama, ni aun en la misma habitación.
Será mucho más fácil evitar un mal que curarlo después. . . .
Ellos [los padres] les permiten visitar a otros amigos jóvenes,
amistades formadas por su cuenta, y aun alejarse del cuidado pater-
nal, a cierta distancia del hogar, donde tienen la libertad de hacer lo
que les plazca. Satanás aprovecha tales oportunidades y toma pose-
sión de la mente de esos hijos cuyas madres exponen ignorantemente
a sus astutas trampas.—
An Appeal to Mothers, 13, 14
.
La alimentación es importante
—No podéis despertar la sensi-
bilidad moral de vuestros hijos si no sois cuidadosos en la elección