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Conducción del Niño
La idea de que la oración no es esencial es una de las astucias de
las que con mayor éxito se vale Satanás para destruir a las almas. La
oración es una comunión con Dios, fuente de la sabiduría, fuerza,
dicha y paz.—
Joyas de los Testimonios 3:91
.
La tragedia de un hogar sin oración
—No conozco nada que
me cause mayor tristeza que un hogar donde no se ora. No me
siento segura en una casa tal por una sola noche, y si no fuera por la
esperanza de ayudar a los padres para que comprendan su necesidad
y su triste descuido, no me quedaría. Los hijos muestran el resultado
de ese descuido, pues el temor de Dios no está delante de ellos.—
The
Signs of the Times, 7 de agosto de 1884
.
La oración rutinaria no es aceptable
—En muchos casos, los
cultos matutinos y vespertinos son poco más que una mera forma,
una repetición opaca y monótona de frases hechas en las que no
encuentra expresión el espíritu de gratitud o el sentimiento de la
necesidad. El Señor no acepta un servicio tal. Pero no despreciará
las peticiones de un corazón humilde y un espíritu contrito. El
abrir nuestro corazón a nuestro Padre celestial, el reconocimiento de
nuestra entera dependencia, la expresión de nuestras necesidades, el
homenaje del amor lleno de gratitud: eso es verdadera oración.—
The
Signs of the Times, 1 de julio de 1886
.
Haya familias de oración
—Como los patriarcas de la antigüe-
dad, los que profesan amar a Dios deberían erigir un altar al Se-
ñor dondequiera que se establezcan. . . . Los padres y las madres
deberían elevar sus corazones a menudo hacia Dios para suplicar
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humildemente por ellos mismos y por sus hijos. Que el padre, como
sacerdote de la familia, ponga sobre el altar de Dios el sacrificio
de la mañana y de la noche, mientras la esposa y los niños se le
unen en oración y alabanza. Jesús se complace en morar en un hogar
tal.—
Patriarcas y Profetas, 140
.
Tengan siempre en cuenta los miembros de cada familia que
están íntimamente unidos con el cielo. El Señor tiene un interés
especial en la familia de sus hijos terrenales. Los ángeles ofrecen
el humo del fragante incienso de las oraciones de los santos. Por lo
tanto, en cada familia ascienda hacia el cielo la oración matinal y en
la hora fresca de la puesta del sol, preséntense delante de Dios los
méritos del Salvador en favor nuestro. Mañana y noche, el universo
celestial toma nota de cada familia que ora.—
Manuscrito 19, 1900
.