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Conducción del Niño
Los peñascos sirven de refugio para los damanes”.
Salmos
104:18
. El hace correr los manantiales por las montañas donde los
pájaros tienen su habitación y “gorjean entre las ramas”.
Salmos
104:12
. Todas las criaturas de los bosques y de las montañas forman
parte de su gran familia. El abre la mano y satisface “el deseo de
todo ser viviente”.
Salmos 145:16
.—
La Educación, 113, 114
.
Los insectos enseñan laboriosidad
—La industriosa abeja le da
a los hombres inteligentes un ejemplo de lo que harían bien en imitar.
Esos insectos observan un orden perfecto, y en la colmena no se tole-
ra a ningún ocioso. Realizan el trabajo asignado a cada una con una
inteligencia y una actividad que escapan a nuestra comprensión. . . .
El sabio nos llama la atención hacia las cosas pequeñas de la tierra:
“Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual
no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su
comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento”. “Las
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hormigas, pueblo no fuerte, y en el verano preparan su comida”. Po-
demos aprender lecciones de fidelidad de estos pequeños maestros.
Si aprovecháramos con la misma diligencia las facultades que un
Creador sabio nos ha concedido, cuánto crecerían nuestras faculta-
des para la utilidad. El ojo de Dios contempla hasta la más pequeña
de sus criaturas; ¿no considera entonces, al hombre formado a su
imagen, y requiere de él que le corresponda por todas las ventajas
que le ha concedido?—
Testimonies for the Church 4:455, 456
.
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