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Conducción del Niño
consuelo en este momento, y ésa es la victoria que he logrado sobre
mi propio temperamento turbulento”. Alejandro y César encontraron
más fácil subyugar al mundo que someterse a sí mismos. Después
de vencer a una nación tras otra, cayeron—uno de ellos “víctima
de la intemperancia, el otro de una loca ambición”.—
Good Health,
noviembre de 1880
.
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