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Capítulo 16—Los principios de la salud
Comiéncese precozmente la educación de la salud
—El Crea-
dor del hombre ha preparado la maquinaria viviente de nuestros
cuerpos. Cada función ha sido dispuesta admirable y sabiamente.
Y Dios ha prometido mantener esta maquinaria humana trabajando
saludablemente si el instrumento humano obedece sus leyes y cola-
bora con Dios. . . . Podemos contemplar y admirar la obra de Dios
en el mundo natural, pero el cuerpo humano es lo más maravilloso.
Desde los primeros asomos de razón, la mente humana debería
aprender a conocer el organismo humano. En esto Jehová ha dado
una muestra de si mismo, porque el hombre fue hecho a la imagen
de Dios.—
Medical Ministry, 221
.
Lo primero que deberían aprender los niños es conocerse a sí
mismos y cómo mantener su cuerpo sano.—
Testimonies for the
Church 3:142
.
Lecciones de primera importancia
—En la educación de los
primeros años, muchos padres y maestros fallan en comprender que
necesitan prestar la mayor atención a la constitución física del niño a
fin de asegurar las mejores condiciones para el desarrollo del cuerpo
y del cerebro.—
The Health Reformer, diciembre de 1872
.
La felicidad futura de vuestras familias y el bienestar de la so-
ciedad dependen mayormente de la educación física y moral que
reciban vuestros hijos en los primeros años de su vida.—
Fundamen-
tals of Christian Education, 156
.
Los padres deben comprender y enseñar fisiologia
—Si los
padres mismos obtuvieran conocimientos y sintieran la importancia
de utilizarlos prácticamente en la educación de sus hijos, veríamos
un cambio en las actitudes de los jóvenes y los niños. Los niños
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necesitan recibir instrucción concerciente a su cuerpo. Hay tan sólo
pocos jóvenes que poseen un conocimiento definido de los misterios
de la vida humana. Conocen poquísimo de la maquinaria viviente.
David dijo: “Te alabaré, porque asombrosa y maravillosamente he
sido formado”.
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