Página 42 - Cristo Nuestro Salvador (1976)

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Cristo Nuestro Salvador
Al día siguiente, antes de marchar pagó al mesonero para que lo
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cuidara hasta que se restableciese. Así contó Jesús la historia. Luego
se volvió hacia el doctor de la ley y le preguntó:
“¿Quién de estos tres te parece haber sido prójimo de aquel que
cayó en manos de los ladrones?”
El doctor de la ley respondió: “Aquel que usó con él de miseri-
cordia.”
Entonces Jesús le dijo: “¡Vé, y haz tú lo mismo!”
Lucas 10:35-
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. Así enseñó Jesús que cada persona que necesita de nuestra ayuda
es nuestro prójimo. Hemos de tratarla de la misma manera que
quisiéramos que se nos tratara a nosotros.
El sacerdote y el levita pretendían guardar los mandamientos
de Dios, pero era el samaritano el que realmente los guardaba. Su
corazón era benigno y lleno de amor.
Al cuidar del extranjero herido, mostró tanto amor hacia Dios
como hacia el hombre, pues Dios se complace en ver que nos trata-
mos bien unos a otros. Probamos nuestro amor para con él siendo
bondadosos para con los que nos rodean.
Un corazón amante y bondadoso vale más que todas las riquezas
del mundo. Los que viven para hacer el bien demuestran que son
hijos de Dios. Estos son los que morarán con Cristo en su reino
eterno.
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