Página 50 - Cristo Nuestro Salvador (1976)

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Cristo Nuestro Salvador
Recordemos que Dios y Cristo se interesan por nosotros y que
todas las huestes del cielo están empeñadas en la obra de salvar a
los pecadores.
Mientras Cristo estaba en la tierra demostró por sus milagros que
tenía poder para salvar hasta lo sumo. Al sanar las enfermedades del
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cuerpo, demostraba que tenía poder también para quitar el pecado
del corazón.
Hacía andar a los cojos, oír a los sordos y devolvía la vista a los
ciegos. Limpiaba a los pobres leprosos y curaba a los paralíticos y a
los aquejados de toda clase de enfermedades.
Aun los demonios le eran sujetos y dejaban a los que habían
tenido bajo su dominio. Los que eran testigos de esta obra maravi-
llosa estaban atónitos, y decían: “¿Qué palabra es ésta? porque con
autoridad y poder manda a los espíritus inmundos, y salen.”
Lucas
4:36
.
A la orden de Jesús, Pedro pudo andar sobre el agua, pero ne-
cesitaba tener la vista fija en él, porque apenas miró a otra parte
comenzó a dudar y a hundirse.
Entonces clamó: “¡Señor, sálvame!” y la mano del Salvador
que nunca se retraía del que invocaba su auxilio, le fué tendida
para sostenerle.
Mateo 14:28-31
. Siempre que alguien se dirija al
Salvador en demanda de auxilio, la mano de Cristo se alarga para
salvarle.
Hasta resucitaba a los muertos el Salvador. Uno de ellos fué
el hijo de la viuda de Naín. Ya se lo llevaban al sepulcro cuando
encontraron a Jesús. Tomó al joven por la mano, le levantó, y le
entregó vivo a su madre. Cada acompañante regresó a su casa con
exclamaciones de regocijo y alabanzas a Dios.
También resucitó Jesús a la hija de Jairo; y a su voz Lázaro se
levantó del sepulcro, cuando hacía ya cuatro días que había muerto.
Asimismo cuando Jesús vuelva a la tierra, su voz penetrará los
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sepulcros, y “los muertos se levantarán” para la vida inmortal y
gloriosa; y así estarán siempre con el Señor.”.
1 Tesalonicenses 4:16,
17
.
Fué una obra maravillosa la que el Salvador realizó durante su
ministerio en la tierra. Su contestación a Juan el Bautista fué una
buena definición de ella. Juan había estado preso y había perdido el
ánimo y aun le acechaban dudas acerca de si Cristo era en verdad el