Página 99 - Cristo Nuestro Salvador (1976)

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“Id, decid a mis discipulos”
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“E id presto, y decid a sus discípulos que ha resucitado de entre
los muertos; y he aquí que va delante de vosotros a Galilea; allí le
veréis: He aquí, os lo he dicho.”
Mateo 28:5-7
.
Y como las mujeres volvieron a asomarse al sepulcro, vieron a
otro ángel resplandeciente, que les preguntó:
“¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí,
sino que ha resucitado. Acordaos de cómo os habló, estando aún en
Galilea, diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado
en manos de hombres pecadores, que sea crucificado, y resucite al
tercer día!”
Lucas 24:5-7
.
Los ángeles explicaron luego la muerte y resurrección de Cristo.
Recordaron a las mujeres las palabras que Cristo les había hablado
para anunciarles su crucifixión y resurrección. Entonces pudieron
comprender aquellas palabras y de ellas sacaron nueva esperanza y
valor.
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María Magdalena había estado ausente durante este episodio,
pero volvió entonces con Pedro y Juan. Cuando los demás se volvie-
ron a Jerusalén, ella se quedó junto al sepulcro; no podía alejarse de
allí hasta saber qué se había hecho del cuerpo de su Señor. Mientras
estaba allí llorando, oyó una voz que le preguntaba:
“Mujer, ¿por qué lloras? ¿a quién buscas?”
Sus ojos estaban tan llenos de lágrimas que no se dió cuenta de
quién le hablaba. Pensó que sería algún encargado de aquel huerto,
y por esto le dijo en tono de súplica:
“¡Señor, si tú le has quitado de aquí, dime dónde le has puesto, y
yo me lo llevaré!”
Pensaba que si consideraban el sepulcro de aquel hombre rico co-
mo lugar demasiado honroso para su Señor, ella misma conseguiría
otro en donde ponerle.
Pero entonces la voz de Jesús mismo la llenó de sorpresa:
“¡María!”
Inmediatamente secó las lágrimas y, volviéndose, contempló a
Jesús. Olvidando, en su alegría, que había sido crucificado, tendió
hacia él las manos exclamando:
“¡Rabboni!” que quiere decir: Maestro.
Mas Jesús le dijo: “No me toques; porque no he subido todavía
al Padre: mas vé a mis discípulos, y diles: Subo a mi Padre y vuestro
Padre, y a mi Dios y vuestro Dios.”
Juan 20:15-17
.