El dar sistemáticamente cada semana
Las ofrendas de los niñitos pueden ser aceptables y agradables a
Dios. De acuerdo con el espíritu que impulsa las ofrendas será el va-
lor de las mismas. Los pobres, al seguir la regla del apóstol, y apartar
una pequeña suma cada semana, ayudan a llenar la tesorería, y sus
dones son completamente aceptables para Dios; porque ellos hacen
sacrificios tan grandes y aún mayores que sus hermanos más ricos.
El plan de la benevolencia sistemática revelará ser una salvaguardia
para toda familia contra la tentación de invertir los medios en cosas
innecesarias, y especialmente demostrará ser una bendición para los
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ricos guardándolos de condescender con su anhelo de extravagancia.
Todo miembro de una familia que práctica el plan plenamente,
recuerda a la misma cada semana la exigencia de Dios, y a medida
que se niegue a sí mismo en alguna cosa superflua, a fin de tener
recursos para poner en la tesorería, permite que sean impresas en
su corazón algunas valiosas lecciones de abnegación, para gloria de
Dios. Una vez por semana, toda persona es inducida a considerar su
conducta de la semana anterior: la entrada que podría haber tenido
si hubiera sido económico, y los medios de que no dispone a causa
de su complacencia. Su conciencia es llamada a cuentas, por así
decirlo, delante de Dios, y ora es elogiada, ora acusada. Aprende
que si conserva la paz de la mente y el favor de Dios, debe comer,
beber y vestirse para su gloria.—
Testimonies for the Church 3:412
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