La elección de dirigentes
Las mujeres cristianas pueden ejercer una buena influencia sobre
los jóvenes y niños. Sus aptitudes son talentos que Dios les ha
confiado, y deberían ser consagradas enteramente al servicio del
Maestro. Muchas son de entendimiento despierto para discernir, y
eficientes para poner por obra lo que se ha ideado, pero necesitan
estar estrechamente unidas a Dios. Ellas buscarán nuevos métodos y
maneras para desarrollar el carácter y educar a la juventud a usar los
talentos que Dios le ha dado.
Al elegirse dirigentes de cuando en cuando, cuídese de que no
dominen las preferencias personales, sino colóquense en los puestos
de responsabilidad a aquellos que estáis convencidos de que aman
y temen a Dios y de que lo tomarán por consejero. Sin el amor
y el temor de Dios, sólo se fracasará, por muy brillante que sea
el intelecto. Jesús dice: “Sin mí, nada podéis hacer.” Este asunto
de elegir dirigentes no debe dejarse en las manos de los alumnos
de la escuela sabática. Será de beneficio para la escuela cambiar
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con frecuencia los dirigentes; porque la mente de un solo hombre
no debe amoldar todas las demás. Puede ser que tenga él algunas
cualidades excelentes, y que sin embargo sea deficiente en algunos
respectos. Puede ser que otro que se elija posea las cualidades que
al primero le faltaban. Diferentes mentes, y cualidades contribuirán
con ideas frescas, con nuevas formas de pensar, y esto es esencial.
Pero, sobre todo, elíjase a aquellos que, en la sencillez de su alma,
están caminando en la verdad, aman y temen a Dios, y reciben sus
lecciones en la escuela divina. Los tales llevarán hacia adelante y
hacia arriba a los alumnos. Bajo la dirección de maestros sabios,
los discípulos irán adquiriendo mayor interés en la Palabra de Dios,
y obtendrán un conocimiento más profundo de las Escrituras. Sea
Cristo el tema de toda lección. Las lecciones que Cristo ha dado
a sus discípulos son de la más alta importancia.—
Testimonies on
Sabbath-School Work, 83, 84
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