Puntualidad
Muchas personas cometen una triste falta porque siempre están
atrasadas en la mañana del sábado. Son muy minuciosas con res-
pecto a su propio tiempo, y no pueden tolerar perder una hora del
mismo; pero con respecto al tiempo del Señor, el único día de los
siete que el Señor reclama como suyo, y que exige que se lo dedi-
quemos a él, una buena porción del mismo es malgastada durmiendo
hasta tarde en la mañana. En esto están robando a Dios. Esto les
produce atraso en todas las cosas; acarrea confusión en la familia; y
finalmente resulta en la tardanza de toda la familia para llegar a la
escuela sabática, y tal vez a la reunión. ¿Por qué no podemos levan-
tarnos temprano junto con los pájaros y ofrecer alabanza y acción de
gracias a Dios? Probadlo, hermanos y hermanas. Que todos vuestros
preparativos sean hechos el día anterior, y llegad con prontitud a la
escuela sabática y a la reunión; por ello no solamente beneficiaréis
a otros, sino que vosotros mismos obtendréis una rica cosecha de
bendiciones.—
The Youth’s Instructor, 19 de marzo de 1879
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La puntualidad y la decisión en la obra y en la causa de Dios son
altamente esenciales.—
Testimonies for the Church 3:500
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