Página 135 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Los Testimonios para la iglesia
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Los
Testimonios
deben ser introducidos en toda familia obser-
vadora del sábado, y los hermanos deben conocer su valor y ser
instados a leerlos. No fue el plan más sabio colocar estos libros a
precios bajos, y que haya un solo juego en una iglesia. Debieran estar
en la biblioteca de cada familia, y ser leídos a menudo. Guárdense
donde puedan ser leídos por muchos
Se me ha mostrado que la incredulidad en los testimonios de
amonestación, aliento y reprensión está excluyendo la luz del pueblo
de Dios. La incredulidad les cierra los ojos, de manera que quedan
en la ignorancia de su verdadera condición. Piensan que es inne-
cesario el testimonio reprensivo del Espíritu de Dios, o que no se
les aplica. Los tales tienen suma necesidad de la gracia de Dios y
del discernimiento espiritual, para poder descubrir su deficiencia en
conocimiento espiritual.
Muchos de los que han apostatado de la verdad reconocen como
motivo de su conducta que no tienen fe en los
Testimonios.
Lo que
importa saber ahora es: ¿Renunciarán al ídolo que Dios condena,
o continuarán su errónea conducta de complacencia, rechazando la
luz que Dios les ha dado en reprensión de las cosas en las cuales
se deleitan? Lo que deben decidir es: ¿Me negaré a mí mismo y
recibiré como de Dios los
Testimonios
que reprenden mis pecados,
o rechazaré los
Testimonios
porque reprenden mis pecados
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Uso equivocado de los “Testimonios”
El primer número de los
Testimonios
publicados contiene una
amonestación contra el empleo imprudente de la luz que ha sido
dada por este medio al pueblo de Dios. Declaré que algunos habían
asumido una conducta imprudente, cuando al hablar de su fe a los
incrédulos habían leído en mis escritos la prueba que se les había
pedido, en vez de acudir a la Biblia para obtenerla. Me fue mostrado
que esa conducta era inconsecuente y que llenaría a los incrédulos de
prejuicios contra la verdad. Los
Testimonios
no pueden tener valor
para aquellos que no saben nada de su espíritu. No debe hacerse
referencia a ellos en tales casos.
Otras amonestaciones concernientes al uso de los
Testimonios
han sido dadas de vez en cuando como sigue: