Página 22 - Consejos para la Iglesia (1991)

Basic HTML Version

X V I I I
Consejos para la Iglesia
días de la historia de la misma manera que habló a su pueblo en
tiempos de gran necesidad en los siglos pasados.
Cuando esta iglesia de la profecía, la Iglesia Adventista del
Séptimo Día, surgió a mediados del siglo XIX, se escuchó una voz
entre nosotros que decía, “Dios me ha mostrado en santa visión”.
Estas no eran palabras jactanciosas, sino la declaración de una joven
[15]
de 17 años que había sido llamada para hablar en nombre de Dios.
Durante 70 años de ministerio fiel se escuchó esa voz, guiando,
corrigiendo e instruyendo. Y esa voz aún se oye hoy a través de
miles de páginas escritas por la mensajera elegida del Señor, Elena
G. de White.
La visión del gran conflicto entre Cristo y Satanás
La pequeña escuela situada en un pueblo de la parte oriental de
los Estados Unidos de Norteamérica estaba repleta de hombres y
mujeres que se habían congregado para un servicio religioso aquel
domingo por la tarde a mediados de marzo del año 1858. El pastor
Jaime White dirigió el funeral de un joven y predicó el sermón. Al
terminar de hablar, Elena G. de White se sintió movida a decir unas
palabras de consuelo a los dolientes. Se levantó, habló durante 1 o 2
minutos, y después hizo una pausa. La gente la contemplaba para
escuchar las siguientes palabras de sus labios. Se alarmaron un poco
al oír la exclamación: “¡Gloria a Dios!” repetida 3 veces con énfasis
creciente. Elena G. de White estaba en visión.
El pastor White habló a la gente acerca de las visiones dadas a
la Sra. de White. Les explicó que había estado recibiendo visiones
desde que era una joven de 17 años. Les dijo que aunque sus ojos
estaban abiertos y parecía que estaba viendo algo a lo lejos, estaba
absolutamente inconsciente de las cosas que la rodeaban y no sabía
nada de lo que pasaba a su alrededor. Se refirió a (
Números 24:4,
16
), donde leemos de uno que “oyó los dichos de Dios” y “vio la
visión del Omnipotente; caído pero abiertos los ojos”.
[16]
Les explicó que no respiraba mientras estaba en visión. Buscó
después (
Daniel 10:17
) y leyó la experiencia de Daniel cuando estaba
en visión: “Al instante me faltó la fuerza, y no me quedó aliento”.
Luego el pastor White invitó a todos los que así lo desearan a que
pasaran adelante y examinaran a la Sra. de White. Siempre permitió