Página 232 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Capítulo 31—La elección del material de lectura
La educación no es sino una preparación de las facultades físi-
cas, intelectuales y espirituales para la mejor ejecución de todos los
deberes de la vida. El poder de resistencia, y la fuerza y actividad del
cerebro disminuyen o aumentan por el empleo que se les da. La men-
te debiera disciplinarse de modo que se desarrollen simétricamente
todas las facultades.
Muchos jóvenes están ansiosos de leer libros. Desean leer todo
lo que llega a sus manos. Tengan cuidado tanto de lo que leen como
de lo que oyen. Se me ha indicado que la lectura impropia los pone
en peligro de ser corrompidos. Satanás tiene mil modos de perturbar
la mente de los jóvenes. Ni por un momento pueden dejar de estar
en guardia. Deben vigilar sus mentes para no ser seducidos por las
tentaciones del enemigo.
Influencia de la lectura malsana
Satanás sabe que la mente es afectada en extenso grado por
lo que la alimenta. Trata de inducir a los jóvenes y adultos a leer
libros de cuentos, novelas y otras publicaciones. Los lectores de
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semejante literatura llegan a ser ineptos para cumplir los deberes que
tienen delante. Viven una vida irreal y no tienen deseo de escudriñar
las Escrituras, de alimentarse del maná celestial. La mente que
necesita ser fortalecida, se debilita y pierde su poder para estudiar
las grandes verdades referentes a la misión y obra de Cristo, verdades
que fortalecen la mente, despiertan la imaginación y encienden un
deseo fuerte, ferviente, de vencer como Cristo venció.
Si se pudiese destruir una buena parte de los libros publicados,
se detendría una plaga que está haciendo una obra temible en la
mente y el corazón. Las historias de amor, las novelas frívolas y
excitantes, y hasta esa clase de libros llamados novelas religiosas,
libros en los cuales el autor añade una lección moral a la historia, son
una maldición para los lectores. Los sentimientos religiosos pueden
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