Página 26 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Consejos para la Iglesia
Cómo llegó la luz al profeta
Como ya hemos visto, una vez en la experiencia de los hijos
de Israel, el Señor le dijo al pueblo cómo se comunicaría con ellos
por medio de los profetas. Dijo Dios: “Cuando haya entre vosotros
profeta de Jehová, le apareceré en visión, en sueños hablaré con él”.
Números 12:6
.
Dijimos antes que la visión del gran conflicto en 1858 fue acom-
pañada por algunos fenómenos físicos. Uno podría preguntarse lógi-
camente por qué se dieron las visiones de esa manera. Sin duda fue
para establecer la confianza de la gente y para asegurarles que el Se-
ñor verdaderamente estaba hablando al profeta. No muy a menudo se
refirió Elena G. de White en forma detallada a su condición mientras
estaba en visión, pero en una ocasión dijo: “Esos mensajes fueron
dados en esa manera para confirmar la fe de todos, para que en estos
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últimos días podamos tener confianza en el espíritu de profecía”
Al desarrollarse la obra de Elena G. de White, podría ser probada
por sus resultados. “Por sus frutos los conoceréis”. Pero lleva tiempo
para que el fruto se desarrolle y al comienzo el Señor dio evidencias
en conexión con las visiones, que contribuyeron a que la gente
creyera en ellas.
Pero no todas las visiones fueron dadas en público, acompañadas
por fenómenos físicos manifiestos. El Señor prometió comunicarse
con los profetas también por medio de sueños.
Números 12:16
. Estos
son los sueños proféticos, tales como los que tuvo Daniel. El declara:
“En el primer año de Belsasar rey de Babilonia tuvo Daniel un sueño,
y visiones de su cabeza mientras estaba en su lecho; luego escribió
el sueño, y relató lo principal del asunto”.
Daniel 7:1
.
Cuando Daniel relata lo que le fue revelado, en varios lugares
dice: “Miraba yo en las visiones de la noche”. Del mismo modo,
Elena G. de White recibió visiones cuando su mente descansaba
durante las horas de la noche. A menudo sus escritos contienen la
declaración introductoria: “En las visiones de la noche algunas cosas
fueron claramente presentadas ante mí”. Frecuentemente Dios habló
al profeta en un sueño profético. Pueden surgir preguntas en cuanto a
la relación que existe entre un sueño profético o una visión nocturna
y un sueño ordinario. Acerca de esto, ella escribió en 1868: