Página 366 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Consejos para la Iglesia
el Señor me ha comunicado acerca de la observancia del sábado, de-
bemos ser más cuidadosos en cuanto a viajar en los barcos o coches
en ese día. En este asunto, debemos dar el debido ejemplo a nuestros
niños y jóvenes. A fin de alcanzar las iglesias que necesitan nuestra
ayuda y darles el mensaje que Dios desea que oigan, puede sernos
necesario viajar en sábado; pero hasta donde podamos debemos
conseguir nuestros pasajes y hacer todos los arreglos necesarios en
algún otro día. Cuando emprendemos un viaje, debemos hacer todo
esfuerzo para evitar que nuestra llegada a destino sea en sábado.
Cuando estamos obligados a viajar en sábado, debemos tratar de
evitar la compañía de aquellos que desviarían nuestra atención a los
asuntos mundanales. Debemos mantenerla fija en Dios y en comu-
nión con él. Cuando quiera que se presente la oportunidad, debemos
hablar a otros acerca de la verdad. Debemos estar siempre listos para
aliviar los sufrimientos y ayudar a los que están en necesidad. En
tales casos, Dios desea que el conocimiento y la sabiduría que nos
ha dado sean aprovechados. Pero no debemos hablar de negocios ni
dedicarnos a conversaciones comunes y mundanas. En todo tiempo
y lugar, Dios requiere que le demostremos nuestra lealtad honrando
el sábado
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La asistencia a la escuela en sábado
Quienquiera que obedezca el cuarto mandamiento hallará que
se traza una línea de separación entre él y el mundo. El sábado no
es un requerimiento humano, sino una prueba de Dios. Es lo que
distinguirá a quienes sirven a Dios de los que no le sirven; y acerca
de este punto se producirá el último gran conflicto de la controversia
entre la verdad y el error.
Algunos de nuestros hermanos han enviado sus hijos a la escuela
en sábado. No estaban obligados a hacer esto, pero las autoridades
escolares ponían reparos a recibir a los niños a menos que asistieran
los seis días. En algunas de estas escuelas, los alumnos no sólo
reciben instrucción en los ramos comunes de estudio, sino que se les
enseña a hacer diversas clases de trabajo; y allí los niños de los que
profesan guardar los mandamientos de Dios han sido enviados en
sábado. Algunos padres han procurado justificar su conducta citando
la declaración de Cristo, de que es lícito hacer bien en sábado. Pero