Página 420 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Capítulo 55—La obra médica
El trabajo médico misionero es una obra de pioneros para el
Evangelio, es la puerta por la cual la verdad para estos tiempos
hallará entrada en muchos hogares. El pueblo de Dios debe estar
formado por misioneros médicos genuinos, porque deben aprender
a administrar a las necesidades tanto del alma como del cuerpo.
Nuestros obreros deben dar evidencia de la más pura abnegación
mientras salen para dar tratamientos a los enfermos, basándose en
el conocimiento y la experiencia obtenidos por medio del trabajo
práctico. Al trabajar de casa en casa hallarán acceso a muchos cora-
zones. De este modo muchas personas que no serían alcanzadas de
otra manera escucharán el mensaje del Evangelio. Una demostración
de los principios de la reforma pro salud hará mucho para deshacer
los prejuicios contra nuestro trabajo evangélico. El Gran Médico,
el originador de la obra médica misionera, bendecirá a todas las
personas que se esfuercen por impartir la verdad para este tiempo.
La sanidad física se encuentra íntimamente ligada con la comi-
sión evangélica. Cuando Cristo envió a sus discípulos en su primer
viaje misionero, les ordenó: “Y yendo, predicad diciendo: El reino
de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, re-
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sucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de
gracia”.
Mateo 10:7, 8
.
La comisión divina no necesita ningún cambio. No se puede
mejorar el método de Cristo para presentar la verdad. El Salvador les
dio lecciones prácticas a los discípulos, al enseñarles cómo trabajar
de tal manera que las almas se regocijaran en la verdad. Manifestó
simpatía por los desanimados, los que soportaban cargas pesadas y
los oprimidos. Alimentó al hambriento y sanó al enfermo. Andu-
vo constantemente haciendo el bien por todas partes. Interpretó el
Evangelio para los seres humanos mediante el bien que realizó, por
sus palabras llenas de amor y mediante sus actos de bondad.
Pero no se ha terminado el trabajo de Cristo en favor de los seres
humanos. Todavía continúa actualmente. Sus embajadores deben
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