Nuestras relaciones con las autoridades civiles y con las leyes
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seguidores que se unan en los puros principios del Evangelio que
están claramente revelados en la Palabra de Dios. No podemos votar
sin peligro por los partidos políticos; porque no sabemos para quié-
nes votamos. No podemos, sin riesgo, tomar parte en plan político
alguno.
Los que son verdaderamente cristianos serán sarmientos de la vid
verdadera y llevarán el mismo fruto que la vid. Obrarán en armonía,
en compañerismo cristiano. No llevarán distintivos políticos, sino el
distintivo de Cristo.
¿Qué hemos de hacer, pues? Dejar a un lado las cuestiones
políticas.
Hay una gran viña que cultivar; pero mientras los creyentes
trabajen entre los incrédulos, no han de parecer mundanos. No han
de pasar su tiempo hablando de política ni desempeñando parte en
ella; porque al hacerlo darían al enemigo oportunidad de penetrar y
causar divergencia y discordancia.
Los hijos de Dios han de separarse de la política, de cualquier
alianza con los incrédulos. No toméis parte en las luchas políticas.
Separaos del mundo, y evitad de introducir en la iglesia o la escuela
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ideas que conducirán a contención y desorden. La disensión es el
veneno moral introducido en el sistema por seres humanos egoístas
Peligro de hacer declaraciones incautas
Enseñemos a nuestro pueblo a conformar su conducta en todas
las cosas a las leyes de su estado, siempre que puedan hacerlo sin
oponerse a la ley de Dios
Algunos de nuestros hermanos han dicho y escrito muchas cosas
que se interpretan como opuestas al gobierno y las leyes. Es un error
exponernos así a una interpretación errónea. No es prudente censurar
continuamente lo que están haciendo los gobernantes. Nuestra obra
no consiste en atacar a los individuos o las instituciones. Debemos
ejercer gran cuidado para no ser interpretados como opositores a las
autoridades civiles. Es verdad que nuestra guerra es agresiva, pero
nuestras armas deben basarse en un claro “Así dice Jehová”. Nuestra
obra consiste en preparar un pueblo que subsista en el gran día de
Dios. No debemos desviarnos y entrar en cosas que estimulen la