Página 78 - Consejos para la Iglesia (1991)

Basic HTML Version

74
Consejos para la Iglesia
están luchando todos los días contra el mal, ganando preciosas vic-
torias contra la tentación y el error. Votos solemnes son renovados y
cumplidos por la fuerza obtenida mediante la oración fervorosa y la
constante vigilancia. La persona ardiente y entusiasta no discierne
las luchas de estos obreros silenciosos; pero el ojo de Aquel que
ve los secretos del corazón, nota y considera con aprobación todo
esfuerzo realizado con humildad y mansedumbre. Es el tiempo de
prueba el que revela el oro puro del amor y la fe en el carácter. El
celo perseverante y el afecto cálido de los verdaderos seguidores
de Cristo se desarrollan cuando vienen sobre la iglesia pruebas y
perplejidades.
Todos los que entran en la esfera de su influencia [se refiere al
hombre verdaderamente religioso] perciben la hermosura y la fra-
gancia de la vida cristiana, mientras que él mismo es inconsciente de
ella, puesto que está en armonía con sus hábitos y sus inclinaciones.
Ora por luz divina, y le gusta vivir en armonía con esa luz. Su comida
y su bebida es hacer la voluntad de su Padre celestial. Su vida está
escondida con Cristo en Dios; sin embargo, no se jacta de esto, ni
[93]
parece consciente de ello. Dios acepta al hombre humilde que sigue
de cerca en los pasos del Maestro. Los ángeles son atraídos a él, y a
ellos les agrada detenerse a lo largo de su senda. Pueden ser pasados
por alto como indignos de que se les dedique atención por aquellos
que pretenden haber logrado exaltadas conquistas, y que se deleitan
en hacer prominentes sus buenas obras; pero los ángeles celestiales
se inclinan con amor sobre ellos y son como muro de fuego que los
circunda
Daniel: un ejemplo de vida santificada
La vida de Daniel es una ilustración inspirada de lo que cons-
tituye un carácter santificado. Presenta una lección para todos, y
especialmente para los jóvenes. El cumplimiento estricto de los re-
querimientos de Dios es benéfico para la salud del cuerpo y la mente.
A fin de alcanzar las más altas condiciones morales e intelectuales,
es necesario buscar sabiduría y fuerza de Dios, y observar la estricta
temperancia en todos los hábitos de la vida
Cuanto más inmaculada la conducta de Daniel, mayor era el
odio que excitaban contra él sus enemigos. Estaban llenos de enojo,