Página 96 - Consejos para la Iglesia (1991)

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Consejos para la Iglesia
peraremos hasta que los juicios de Dios caigan sobre el pecador
para decirle cómo evitarlos? ¿Dónde está nuestra fe en la Palabra de
Dios? ¿Debemos ver realizadas las cosas anunciadas para creer en
lo que él nos ha dicho? En claros y distintos rayos, nos ha llegado
la luz, enseñándonos que el gran día está cercano “a las puertas”.
Leamos y comprendamos antes que sea demasiado tarde
Sus talentos suplen una necesidad
En su vasto plan, el Señor tiene un lugar para cada uno. No ha
dado talento alguno que no sea necesario. ¿Es el talento pequeño?
Dios tiene un lugar para él, y si es usado con fidelidad hará precisa-
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mente aquello para lo cual Dios lo dio. Los talentos de quien habita
una casa humilde se necesitan para la obra de casa en casa, y pueden
lograr más que los dones brillantes
Cuando los hombres empleen sus facultades como lo indica Dios,
sus talentos aumentarán, su capacidad se ensanchará y obtendrán
una visión celestial al tratar de salvar a los perdidos. Pero mientras
los miembros de la iglesia sean negligentes e indiferentes hacia
la responsabilidad que Dios les ha dado de impartir la verdad a
otros, ¿cómo pueden esperar recibir el tesoro del cielo? Cuando los
que profesan ser cristianos no sienten preocupación por iluminar
a los que están en las tinieblas, cuando dejan de impartir gracia y
conocimiento, pierden discernimiento y su aprecio del valor que
tienen los dones celestiales; y al no apreciarlos ellos mismos, dejan
de sentir la necesidad de presentarlos a otros.
Vemos grandes iglesias congregadas en diferentes localidades.
Sus miembros han obtenido un conocimiento de la verdad, y muchos
se contentan con oír la palabra de vida sin tratar de impartir luz.
Sienten poca responsabilidad por el progreso de la obra, poco interés
en la salvación de las almas. Están llenos de celo en las cosas
mundanales, pero no hacen intervenir su religión en sus quehaceres.
Dicen: “La religión es religión, y los negocios son negocios”. Creen
que cada una de ambas cosas tiene su propia esfera, pero dicen:
“Permanezcan separadas”.
A causa de las oportunidades descuidadas y del abuso de los
privilegios, los miembros de esas iglesias no están creciendo “en la
gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo”.
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