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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
Pensad menos en el alimento temporal
131. Debemos estar constantemente meditando en la palabra,
comiéndola, digiriéndola, y asimilándola al practicarla, de manera
que sea llevada a la corriente de la vida. El que se alimenta de Cristo
diariamente enseñará a otros por su ejemplo a pensar menos en lo
que come y a sentir mucho mayor ansiedad por el alimento que da a
su alma.
El verdadero ayuno que debe recomendarse a todos es la abs-
tinencia de todo alimento estimulante, y el uso adecuado de los
alimentos sanos y sencillos, que Dios ha provisto en abundancia.
Los hombres necesitan pensar menos en lo que comerán y beberán,
en el alimento temporal, y mucho más con respecto al alimento celes-
tial, que dará tono y vitalidad a toda la experiencia religiosa.—
Carta
73, 1896
.
La influencia reformadora de una vida sencilla
132. Si nos vistiéramos de una manera sencilla y modesta sin
seguir la moda; si nuestra mesa fuera provista siempre de alimentos
sencillos y saludables, evitando todo manjar lujoso y suculento, to-
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da extravagancia; si nuestras casas fueran edificadas con la debida
sencillez y amuebladas de la misma manera, esto mostraría el poder
santificador de la verdad, y tendría una influencia destacada sobre
los no creyentes. Pero mientras nos conformamos al mundo en estas
cosas, tratando, aparentemente de superar a veces a los mundanos
en arreglos extravagantes, la predicación de la verdad tendrá poco
o ningún efecto. ¿Quién creerá la solemne verdad para este tiem-
po, cuando los que ya profesan creerla contradicen su fe con sus
obras? No es Dios el que nos ha cerrado las ventanas del cielo,
sino nuestra propia conformidad a las costumbres y prácticas del
mundo.—
Testimonies for the Church 5:206 (1882)
.
133. Merced a un milagro del poder divino dio Cristo de comer
a la muchedumbre; y sin embargo, ¡cuán modesto era el manjar
provisto! Sólo unos peces y unos panes que constituían el alimento
diario de los pescadores de Galilea.
Cristo hubiera podido darle al pueblo una suntuosa comida; pero
un manjar preparado únicamente para halago del paladar no les