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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
oraciones porque humillamos nuestras almas delante de Dios.—
Carta 73, 1896
.
303. Dios ha dispuesto que los que asumen responsabilidades se
reúnan a menudo para consultar unos con otros y orar fervientemente
pidiendo la sabiduría que sólo él puede impartir. Unidos, presentad
a Dios vuestras dificultades. Hablad menos; mucho tiempo precioso
se pierde en conversaciones que no producen luz. Que los hermanos
se unan en ayuno y oración para obtener la sabiduría que Dios ha
prometido otorgar liberalmente.—
Gospel Workers, 236 (1892)
(edic.
antigua).
304. Siempre que sea necesario, para el progreso de la causa de
la verdad y la gloria de Dios, hacer frente a un.—
Testimonies for
the Church 1:624 (1867)
. oponente, ¡con cuánto cuidado y humildad
[223]
deben [
los defensores de la verdad
] entrar en el conflicto! Con
escrutinio del corazón, con ferviente oración y frecuente ayuno,
debieran rogar a Dios que les ayude especialmente para dar una
victoria gloriosa a su preciosa y salvadora verdad, a fin de exponer
el error en su verdadera deformidad, y que sus defensores queden
completamente derrotados.
[
El ayuno del Salvador es una lección para los que vivimos en
una época espantosa—238
]
El ayuno verdadero
305. El ayuno verdadero, que debiera recomendarse a todos,
es abstinencia de todo alimento estimulante, y el debido consumo
de alimentos sencillos que Dios ha provisto en abundancia. Los
hombres debieran pensar menos acerca de lo que beberán y comerán
del alimento temporal y dar más importancia al alimento del cielo
que los tonificará y vitalizará en toda su experiencia religiosa.—
Carta 73, 1896
;
Medical Ministry, 283
.
306. De ahora en adelante hasta el fin del tiempo, los hijos de
Dios debieran ser más fervientes y más despiertos, y no confiar en su
propia sabiduría, sino en la sabiduría de su Caudillo. Ellos debieran
dedicar días especiales al ayuno y la oración. No es necesario que
se abstengan de alimento, pero debieran comer con moderación
alimentos sencillos.—
The Review and Herald, febrero 11 de 1904
.