Página 323 - Consejos Sobre el R

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Los pasteles, las tortas, las pastas y los budines
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Para tener mentes claras y cuerpos fuertes
551. Quisiera que todos fuéramos reformadores en pro de la
salud. Me opongo al uso de pasteles. Estas mezclas no son salu-
dables; nadie puede tener buena capacidad digestiva y una mente
clara si come mayormente masitas dulces y torta de crema y toda
clase de pasteles y consume una gran variedad de alimentos en una
misma comida. Cuando hacemos esto, y luego tomamos frío, todo
el sistema queda tan entorpecido y debilitado que no tiene poder de
resistencia, no tiene fuerza para combatir la enfermedad. Preferiría
un régimen con carne antes que las tortas y los pasteles dulces tan
generalmente usados.—
Carta 10, 1891
.
552. Recuerden los reformadores en pro de la salud que pueden
hacer daño publicando recetas que no recomiendan la reforma pro
salud. Debe manifestarse mucho cuidado al proporcionar recetas
para natillas y pasteles. Si se come una torta dulce como postre con
leche o crema, se producirá fermentación en el estómago, y entonces
los puntos débiles del organismo humano contarán la historia. El
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cerebro será afectado por la perturbación estomacal. Esto podría
curarse con facilidad si la gente estudiara la causa y el efecto, elimi-
nando de su régimen todo lo que perjudica los órganos digestivos
y causa dolor de cabeza. Por comer en forma imprudente, hombres
y mujeres quedan descalificados para la obra que podrían hacer sin
recibir daño si comieran con sencillez.—
Carta 142, 1900
.
553. Estoy convencida de que nadie necesita enfermarse como
resultado de los preparativos para un congreso, si observara las leyes
de la salud en su forma de cocinar. Si la gente no preparara tortas y
pasteles, sino que cocinara pan integral sencillo, y dependiera de las
frutas, envasadas o secas, no necesitaría enfermarse a causa de los
preparativos para la reunión, y no necesitaría estar enferma mientras
asiste a la misma.—
Testimonies for the Church 2:602 (1871)
.
554. Es mejor dejar de lado las cosas dulces. Déjese de lado
los postres dulces que se colocan en la mesa. No los necesitáis.
Necesitáis una mente clara para pensar según el orden de Dios.
Debemos ponernos ahora en línea con los principios de la reforma
pro salud.—
The Review and Herald, 7 de enero de 1902
.
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Tortas, pasteles y helados servidos en comidas copiosas y cenas
tardías—233
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