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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
entre comidas, y cuando llegan a tener doce o catorce años son
dispépticos confirmados.
Tal vez habéis visto la ilustración del estómago de una persona
adicta a las bebidas fuertes. Una condición similar se produce por la
influencia irritante de las especias fuertes. Teniendo al estómago en
tal estado, se exige algo más para hacer frente a las exigencias del
apetito, algo más fuerte, y aún más fuerte.—
Christian Temperance
and Bible Hygiene, 17 (1890)
.
[
Para el contexto, véase 355
.]
Su empleo causa languidez
561. Hay una clase de personas que profesan creer la verdad,
que no usan tabaco, rapé, té ni café, y sin embargo son culpables de
gratificar el apetito de una manera distinta. Exigen carnes preparadas
en forma muy sazonada, con salsas concentradas, y su apetito ha
llegado a pervertirse tanto que no puede satisfacerse ni siquiera con
la carne, a menos que se la prepare de la manera más perjudicial. El
estómago queda afiebrado, los órganos digestivos son sobrecargados,
y sin embargo el estómago trabaja arduamente para deshacerse de
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la carga que se le impuso. Después que el estómago ha realizado
esta tarea, está agotado, lo cual produce languidez. Aquí muchas
personas resultan engañadas, y piensan que es la falta de alimento
lo que determina esa condición, y sin dar al estómago un tiempo
de descanso, toman más alimentos, los cuales momentáneamente
quitan la languidez. Y cuanto más se complazca el apetito, tanto más
exigirá gratificación.—
Spiritual Gifts 4:129 (1864)
.
562. Las especias al comienzo irritan la delicada mucosa del
estómago, pero por fin destruyen la sensibilidad natural de ese de-
licado órgano. La sangre se afiebra, las propensiones animales se
despiertan, mientras que las facultades morales e intelectuales se
debilitan, y las personas se hacen siervas de las pasiones bajas. La
madre debe estudiar para establecer un régimen alimenticio sencillo
y sin embargo nutritivo para su familia.—
Christian Temperance and
Bible Hygiene, 47
;
Counsels on Health, 114 (1890)
.
563. Las personas que han complacido su apetito para comer
libremente carne, salsas muy condimentadas, y varias clases de tortas
y dulces recargados, no pueden disfrutar inmediatamente de un