Capítulo 16—La soda y el polvo de hornear
565. El uso de soda de leudar, o polvos de hornear, en la elabo-
ración del pan es nocivo e inútil. La soda inflama el estómago, y
a veces envenena todo el organismo. Muchas cocineras se figuran
que no pueden hacer buen pan sin soda, pero esto es un error. Si
quisieran tomarse la molestia de aprender mejores métodos, su pan
sería más sano, y también más sabroso para un paladar normal.—
El
Ministerio de Curación, 231 (1905)
.
566. Los bollos calientes levantados con soda o polvo de hor-
near nunca deben aparecer en nuestra mesa. Tales compuestos son
inadecuados para entrar en el estómago. El pan leudado caliente de
cualquier clase es de difícil digestión.
Pueden hacerse bollos de pan integral que son no solamente salu-
dables sino deliciosos, usando harina sin cernir, mezclada con agua
pura fría y con leche. Pero es difícil enseñar a nuestros hermanos la
sencillez. Cuando recomendamos bollos de harina integral, nuestros
amigos dicen: “Oh, sí sabemos cómo hacerlos”. Pero nos vemos muy
chasqueados cuando estos bollos aparecen levantados con polvo de
hornear o con leche agria o con soda. Esto no da ninguna evidencia
de reforma. Con harina sin cernir, mezclada con agua pura y blanda,
y con leche, se preparan los mejores bollos que jamás hayamos
gustado. Si el agua es dura, úsese más leche fresca, o añádase un
huevo a la masa. Los bollos deben ser plenamente cocinados en un
horno bien caliente, con un fuego parejo.—
The Review and Herald,
8 de mayo de 1883
.
[409]
567. En mis viajes, veo a familias enteras que sufren enferme-
dades por causa de una cocina deficiente. El pan dulce, agradable
y saludable se ve rara vez sobre sus mesas. Los bollos blandos y
pesados hechos con bicarbonato de soda, y el pan pegajoso están
arruinando los órganos digestivos de decenas de miles de personas.—
The Health Reformer, agosto de 1873
.
568. Algunos no creen que es un deber religioso preparar ali-
mento adecuado; y por lo tanto no tratan de aprender cómo hacerlo.
327