Página 388 - Consejos Sobre el R

Basic HTML Version

384
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
que conocen la verdad: “Os ruego... que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma”.
Que ninguno de nuestros ministros presente un ejemplo malo
en el consumo de carne. Vivan ellos y sus familias a la altura de
la reforma pro salud. No animalicen nuestros pastores su propia
naturaleza y la naturaleza de sus hijos. Niños cuyos deseos no han
sido restringidos, son tentados no sólo a complacer los hábitos co-
munes de intemperancia, sino también a dar rienda suelta a sus bajas
pasiones, y a desatender la pureza y la virtud. Ellos son guiados
por Satanás no solamente a corromper sus propios cuerpos, sino a
[479]
susurrarles a otros sus comunicaciones perversas. Si los padres están
cegados por el pecado, a menudo dejarán de discernir estas cosas.
A los padres que viven en las ciudades, el Señor les envía la
clamorosa advertencia: Juntad a vuestros hijos en vuestra propia
casa; reunidlos para separarlos de los que no prestan atención a los
mandamientos de Dios, los que enseñan y practican el mal. Salid de
las ciudades tan rápido como sea posible.
Los padres pueden procurar pequeños hogares en el campo, con
tierra para cultivar, donde pueden tener huertas y cultivar hortalizas
y pequeñas frutas para que ocupen el lugar de la carne, la cual
tanto corrompe el torrente sanguíneo vitalizador que circula por las
venas.—
Manuscrito 133, 1902
.
Fuerza para resistir por medio del ayuno y la oración
712. Si nuestro apetito reclama carnes de animales muertos, se
impone la necesidad de ayunar y orar para que el Señor nos dé su
gracia para negarnos los apetitos carnales que combaten contra el
alma.—
Carta 73, 1896
.
[
El ayunar es benéfico para cambiar el régimen a base de carne
y alimentos fuertes—312
]
Cuando la oración por sanidad es inconsecuente
713. Entre los adventistas hay algunos que no prestarán oído a
la luz que les fue dada con respecto a este asunto. Hacen de la carne
parte de su régimen, y son aquejados por la enfermedad. Mientras
están enfermos sufren como resultado de su propia conducta errónea,