386
Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
proclamar el mensaje de la reforma pro salud, y si vosotros no podéis
avanzar en las filas de los que dan este mensaje, no debéis hacer esto
prominente. Al obrar en contra de los esfuerzos de vuestros obreros
colaboradores, quienes enseñan la reforma pro salud, estáis fuera de
lugar y actuáis en el lado erróneo.—
Carta 48, 1902
.
[
La obra de la reforma pro salud avanzará; cuidado con oponeros
a ella—42
]
716. Como mensajeros de Dios, ¿no presentaremos un testimo-
nio decidido en contra de la complacencia de un apetito pervertido?...
Dios ha provisto abundancia de frutas y cereales, los cuales pueden
ser saludablemente preparados y empleados en cantidades debidas.
¿Por qué, entonces, continúan los hombres eligiendo carne? ¿Pode-
mos tener confianza en ministros que, sentados en mesas donde se
sirve carne, se unen con los demás para comerla?...
“Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová vuestro
Dios”. Todo el que viola las leyes de la salud será visitado segu-
ramente por el desagrado de Dios. ¡Oh, cuánto del Espíritu Santo
debemos tener día tras día, si queremos andar con circunspección,
negando el yo, y practicando las virtudes del carácter de Cristo!—
Pacific Union Recorder, 9 de octubre de 1902
.
[482]
717. Alístense nuestros ministros y colportores bajo el estandarte
de la estricta temperancia. Nunca se avergüencen de decir: “No,
gracias; no como carne. Tengo escrúpulos de conciencia contra el
comer la carne de animales muertos”. Si se ofrece té, rechazadlo,
dando la razón que os induce a hacerlo. Explicad que es perjudicial,
y aun cuando por un tiempo sea estimulante, el estímulo pronto pasa,
y se siente una depresión correspondiente.—
Manuscrito 113, 1901
.
718. Con respecto a la carne todos podemos decir: No la toquéis.
Y todos deben dar un testimonio claro en contra del té y el café, no
usándolos jamás. Son narcóticos, y perjudican tanto al cerebro como
a los otros órganos del cuerpo. No ha llegado todavía el tiempo
cuando pueda decir que el uso de la leche y los huevos debe ser
completamente abandonado. La leche y los huevos no deben ser
clasificados con la carne. En algunas dolencias el uso de los huevos
es muy benéfico.
Que los miembros de nuestras iglesias se nieguen todo apetito
egoísta. Cada centavo gastado en té, café y carne ha sido peor que