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Consejos Sobre el Régimen Alimenticio
la verdad, para recibir una corona corruptible, pero nosotros, una
incorruptible”.
1 Corintios 9:24, 25
.
[31]
Aquí se establecen los buenos resultados del dominio propio y
los hábitos temperantes. Los diversos juegos atléticos instituidos en-
tre los antiguos griegos en honor de sus dioses, nos son presentados
por el apóstol Pablo para ilustrar la lucha espiritual y su recompensa.
Los que debían participar en estos juegos eran entrenados en base a
la más severa disciplina. Toda complacencia que tendía a debilitar
las facultades físicas era prohibida. Los alimentos de lujo y el vino
eran excluidos, a fin de promover el vigor, la fortaleza y la resistencia
física.
El ganar el premio por el cual luchaban—una guirnalda de flores
corruptible, conseguida en medio del aplauso de la multitud—era
considerado como el más alto honor. Si tanto podía soportarse, y
tanta abnegación practicarse con la esperanza de obtener un premio
de tan poco valor, que en el mejor de los casos podía ser logrado
sólo por uno, ¡cuánto mayor no debe ser el sacrificio, cuánto más
voluntaria la abnegación para ganar una corona incorruptible, para
conquistar la vida eterna!
Hay una obra que debemos hacer: una obra dura, ferviente. Todos
nuestros hábitos, nuestros gustos e inclinaciones deben ser educa-
dos de acuerdo con las leyes de la vida y la salud. Por este medio
debemos obtener las mejores condiciones físicas, y tener claridad
mental para discernir entre el bien y el mal.—
Christian Temperance
and Bible Hygiene, 25 (1890)
.
El ejemplo de Daniel
33. Para entender correctamente el tema de la temperancia, debe-
mos considerarlo desde un punto de vista bíblico; y en ninguna parte
podemos encontrar una ilustración más abarcante y llena de fuerza
de la verdadera temperancia y de las bendiciones que la acompañan,
que la que nos presenta la historia del profeta Daniel y sus asociados
hebreos en la corte de Babilonia...
[32]
Dios siempre honra lo recto. Se habían reunido en Babilonia
los jóvenes más promisorios de todos los países sometidos por el
gran conquistador, y sin embargo entre todos ellos, los cautivos
hebreos no tenían rival. La forma erguida, el paso firme y elástico, el