Página 347 - El Conflicto de los Siglos (2007)

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Luz a través de las tinieblas
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un punto importante de la profecía. Por eso si bien proclamaron el
mensaje que Dios les había confiado para que lo diesen al mundo,
sufrieron un desengaño debido a un falso concepto de su significado.
Al explicar (
Daniel 8:14
) “Hasta dos mil y trescientas tardes y
mañanas; entonces será purificado el santuario”, Miller, como ya
lo hemos dicho, aceptó la creencia general de que la tierra era el
santuario, y creyó que la purificación del santuario representaba
la purificación de la tierra por el fuego a la venida del Señor. Por
consiguiente, cuando echó de ver que el fin de los 2.300 días estaba
predicho con precisión, sacó la conclusión de que esto revelaba el
tiempo del segundo advenimiento. Su error provenía de que había
aceptado la creencia popular relativa a lo que constituye el santuario.
En el sistema típico—que era sombra del sacrificio y del sacer-
docio de Cristo—la purificación del santuario era el último servicio
efectuado por el sumo sacerdote en el ciclo anual de su ministerio.
Era el acto final de la obra de expiación—una remoción o aparta-
miento del pecado de Israel. Prefiguraba la obra final en el ministerio
de nuestro Sumo Sacerdote en el cielo, en el acto de borrar los pe-
cados de su pueblo, que están consignados en los libros celestiales.
Este servicio envuelve una obra de investigación, una obra de juicio,
y precede inmediatamente la venida de Cristo en las nubes del cielo
con gran poder y gloria, pues cuando él venga, la causa de cada uno
habrá sido fallada. Jesús dice: “Mi galardón está conmigo, para dar
la recompensa a cada uno según sea su obra”.
Apocalipsis 22:12
(VM)
. Esta obra de juicio, que precede inmediatamente al segundo
advenimiento, es la que se anuncia en el primer mensaje angélico de
Apocalipsis 14:7 (VM)
: “¡Temed a Dios y dadle honra; porque ha
llegado la hora de su juicio!”
Los que proclamaron esta amonestación dieron el debido men-
saje a su debido tiempo. Pero así como los primitivos discípulos
declararan: “Se ha cumplido el tiempo, y se ha acercado el reino
de Dios”, fundándose en la profecía de
Daniel 9
, sin darse cuenta
de que la muerte del Mesías estaba anunciada en el mismo pasaje
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bíblico, así también Miller y sus colaboradores predicaron el men-
saje fundado en
Daniel 8:14
y
Apocalipsis 14:7
sin echar de ver
que el capítulo 14 del Apocalipsis encerraba aún otros mensajes que
debían ser también proclamados antes del advenimiento del Señor.
Como los discípulos se equivocaron en cuanto al reino que debía