Página 535 - El Conflicto de los Siglos (2007)

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¿Pueden hablarnos nuestros muertos?
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Santas Escrituras como en tiempo de Cristo, y volverá a pervertir
las enseñanzas de ellas para sostener sus engaños. Los que quieran
permanecer firmes en estos tiempos de peligro deben comprender
por sí mismos el testimonio de las Escrituras.
Muchos tendrán que vérselas con espíritus de demonios que
personificarán a parientes o amigos queridos y que proclamarán
las herejías más peligrosas. Estos espíritus apelarán a nuestros más
tiernos sentimientos de simpatía y harán milagros con el fin de
sostener sus asertos. Debemos estar listos para resistirles con la
verdad bíblica de que los muertos no saben nada y de que los que
aparecen como tales son espíritus de demonios.
Es inminente “la hora de la tentación que ha de venir en todo el
mundo, para probar a los que moran en la tierra”.
Apocalipsis 3:10
.
Todos aquellos cuya fe no esté firmemente cimentada en la Palabra
de Dios serán engañados y vencidos. La operación de Satanás es
“con todo el artificio de la injusticia” a fin de alcanzar dominio sobre
los hijos de los hombres; y sus engaños seguirán aumentando. Pero
solo puede lograr sus fines cuando los hombres ceden voluntariamen-
te a sus tentaciones. Los que busquen sinceramente el conocimiento
de la verdad, y se esfuercen en purificar sus almas mediante la obe-
diencia, haciendo así lo que pueden en preparación para el conflicto,
encontrarán; seguro refugio en el Dios de verdad. “Por cuanto has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré” (
vers.
10
), es la promesa del Salvador. Él enviaría a todos los ángeles del
cielo para proteger a su pueblo antes que permitir que una sola alma
que confíe en él sea vencida por Satanás.
El profeta Isaías describe el terrible engaño que seducirá a los
impíos y les hará creerse al amparo de los juicios de Dios “He-
mos hecho pacto con la muerte, y con el infierno tenemos hecho
convenio; cuando pasaré el azote, cual torrente, no nos alcanzará;
porque hemos puesto las mentiras por nuestro refugio, y entre los
embustes nos hemos escondido”.
Isaías 28:15 (VM)
. En la categoría
de personas así descritas se encuentran los que en su impenitencia y
obstinación se consuelan con la seguridad de que no habrá castigo
para el pecador, de que todos los miembros de la humanidad, por
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grande que sea su corrupción, serán elevados hasta el cielo para
volverse como ángeles de Dios. Pero hay otros quienes de modo
mucho más aparente están haciendo un pacto con la muerte y un