Página 10 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Sra. Elena G. de White relacionó esto con el aspecto espiritual de la
persona, manifestado en los recintos más íntimos de su psiquismo.
Podemos decir acertadamente que sus escritos prosiguen su obra
de bien aun cuando ella duerme en su tranquila sepultura, con las
fatigadas manos cruzadas sobre el pecho en el que latió un corazón
dedicado. Deseamos que los “Consejos” contenidos en esta obra
sirvan para bendecir, fortalecer y dirigir las vidas de los que tratan
de dirigir la atención de la gente hacia nuestro bendito Dios, que es
el único que posee el don de la sanidad.
El apóstol Pablo escribió lo siguiente en su segunda epístola a
Timoteo:
“Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de
plata, sino también de madera y de barro: y asímismo unos para
honra, y otros para deshonra. Así que, si alguno se limpiare de estas
cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor,
y aparejado para toda buena obra”.
2 Timoteo 2:20, 21
.
Pablo escribió estas palabras especialmente para los miembros
de la iglesia del Señor. ¡Pero cuán maravillosamente se pueden apli-
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car también a las piedras humanas que forman la estructura del gran
edificio del arte de sanar en el mundo actual! En él trabajan docto-
res y enfermeras de oro, doctores y enfermeras de plata, doctores
y enfermeras de madera y de barro; además, algunos son dignos
de honra, mientras que otros de deshonra. El objetivo de la obra
Consejos sobre la salud
consiste en purificar la gran casa donde se
práctica el arte de sanar, y amoldarla a las normas establecidas por
el Médico Divino. En este día sórdido, cuando se ha comercializa-
do todo lo que una vez fuera sagrado, cuando el becerro de oro se
adora en todas partes, hay y habrá hombres y mujeres que anhelan
encontrar los ideales más elevados y que pertenecen a esa profesión
que cede su lugar sólo al ministerio de la Palabra de Dios. Con el
sincero deseo de que esta obra contribuya a la práctica más pura y
abnegada de la medicina, la presentamos a los lectores, y esperamos
que logre cumplir su misión.
Percy T. Magan.
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