Página 100 - Consejos Sobre la Salud (1989)

Basic HTML Version

96
Consejos Sobre la Salud
el niño depende en mucho de una vestimenta buena y abrigada y
una provisión de alimentos nutritivos. Debe considerarse la carga
extra que debe soportar la vitalidad de la madre y brindarse una
compensación adecuada.
El control del apetito es importante
Pero, por otro lado, la idea de que las mujeres, por causa de su
estado especial, pueden permitirse fomentar un apetito descontrola-
[77]
do, es un error basado en la costumbre en vez de la razón. El apetito
de la mujer en este estado puede ser variable, irregular y difícil de
satisfacer; y por costumbre se le permite ingerir todo lo que le gusta,
sin consultar a la razón en cuanto a si cierto alimento puede nutrir su
cuerpo y ayudar al crecimiento de su hijo. Los alimentos debieran
ser nutritivos, pero no estimulantes. Por costumbre se le permite
comer, si lo desea, carne, encurtidos, comida altamente sazonada
o pasteles de carne picada; se siguen solamente las inclinaciones
del apetito. Este es un gran error, y causa mucho daño. El daño es
inestimable. Si en algún momento se necesita un régimen alimen-
tario sencillo y un cuidado especial por la calidad de los alimentos
ingeridos, es precisamente en este importante período.
Las mujeres que obran por principio, y que han sido instruidas
correctamente, no se apartarán de un régimen sencillo, muy espe-
cialmente en este tiempo. Tendrán en cuenta que otra vida depende
de ellas, y serán cuidadosas en cuanto a sus hábitos, y especialmente
en cuanto al régimen alimenticio. No debieran ingerir lo que no es
nutritivo o es estimulante sólo porque tiene buen gusto. Hay muchos
consejeros dispuestos a persuadirlas a hacer aquello que la razón les
indicaría no hacer.
Nacen niños enfermos por causa de que los padres complacen
su apetito. El organismo no demandaba la variedad de alimento
que les atraía. Creer que una vez que imaginamos que deseamos
un alimento, éste debe pasar al estómago, es un gran error que las
mujeres cristianas no debieran cometer. No debiera permitirse que
la imaginación controle las necesidades del organismo. Los que
permiten que el gusto los gobierne, sufrirán el castigo de transgredir
las leyes de su organismo. Y no se termina aquí el asunto; su inocente
hijo también sufrirá...
[78]