Consejos relacionados con la maternidad
Toda mujer que va a ser madre, a pesar del medio que la rodee,
debe alentar constantemente una disposición alegre, sabiendo que
sus esfuerzos le producirán una cosecha diez veces mayor en el
aspecto físico y en el carácter moral de su vástago. Pero esto no
es todo. Ella podrá, por fuerza de hábito, acostumbrarse a pensar
alegre y positivamente, y fomentar así una mentalidad placentera
y proyectar su propia disposición alentadora sobre su familia y las
demás personas que la rodean.
De este modo, también su salud física mejorará considerable-
mente. Los principios vitales serán fortalecidos; la sangre no fluirá
pesadamente, como cuando se deja invadir por la tristeza y el aba-
timiento. Su salud mental y moral se vigorizan con la animación
de su propio espíritu. El poder de la voluntad será capaz de resistir
las impresiones de la mente y llegará a ser un calmante efectivo
para sus nervios. Se debe tener un cuidado muy especial con los
niños a quienes se ha privado de esta vitalidad que deberían haber
heredado de sus padres. La atención cuidadosa a las leyes de su ser
[79]
les permitirá el desarrollo de condiciones mucho más saludables
La alimentación de los niños
El período de lactancia es crítico para el niño. Muchas madres,
mientras crían a sus hijos, trabajan demasiado, y mientras cocinan, su
sangre se calienta con el calor de la estufa, y el niño se ve afectado
seriamente, no sólo por la alimentación afiebrada que recibe del
pecho de su madre, sino porque la sangre se halla envenenada por
una dieta malsana, que ha contaminado todo su sistema incluyendo
la leche del bebé. La condición mental de la madre afecta también al
niño. Si se siente desdichada, perturbada, irritable, o encolerizada, el
alimento que el niño recibe de su madre estará contaminado, y podrá
ocasionarle cólicos, espasmos y, ocasionalmente, hasta convulsiones.
[
The Review and Herald, 25 de julio de 1899
.
]
98