Página 181 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Extremos en el régimen alimentario
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reforma. Estos extremistas hacen más daño en unos cuantos meses
que el bien que podrían realizar en toda una vida. Participan de una
labor que a Satanás le encanta ver progresar...
No pensemos que es de poca importancia lo que se come, só-
lo porque por principio desechamos los alimentos que irritan el
estómago y destruyen la salud. Yo no recomiendo un régimen empo-
brecido. Muchos que necesitan los beneficios de una vida saludable,
y que debido a motivos de conciencia adoptan lo que consideran
una alimentación sana, se engañan al suponer que un régimen de
alimentación de acuerdo con los principios de la reforma de la sa-
lud consiste de una cantidad pequeña de alimento preparado sin
un cuidado minucioso, y constituido por pastas espesas de cereales
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cocidos y panecillos pesados. Algunos usan leche con los cereales
y les agregan una abundante cantidad de azúcar, pensando que así
practican la reforma de la salud. Pero el azúcar y la leche combina-
das causan fermentación en el estómago y por lo tanto son dañinas.
El uso liberal de azúcar en cualquier forma tiende a congestionar
el organismo y es causa frecuente de enfermedad. Algunos piensan
que deben limitarse a dos o tres diferentes tipos de alimentos. Pero
al consumir pequeñas cantidades de comida de mala calidad, no
reciben la alimentación apropiada.
Existe verdadero sentido común en la reforma pro salud. No
toda la gente puede comer las mismas cosas. Algunos alimentos,
nutritivos y agradables al paladar de una persona, pueden ser dañinos
para otra. Hay quienes no pueden consumir leche, mientras que
otros subsisten gracias a ella. Para algunos los frijoles y chícharos
son saludables, mientras que otros no los pueden digerir. Algunos
estómagos son tan sensibles que no pueden digerir la harina no
refinada. Por eso, es imposible establecer una regla invariable para
controlar los hábitos alimentarios de todos.
Las ideas estrechas y un énfasis exagerado sobre asuntos sin
importancia, han ocasionado gran daño a la causa de la higiene.
Puede ser que un esfuerzo por economizar en la preparación de la
comida produzca una alimentación pobre en vez de un régimen salu-
dable. ¿Cuál es el resultado? Una sangre debilitada. He visto casos
de enfermedades difíciles de curar, producidas por una alimentación
empobrecida. Las personas así afligidas no se vieron obligadas a
adoptar ese régimen escaso debido a la pobreza, sino que lo hicieron