Página 281 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Tratamiento médico, vida recta y oración
Vi que la razón por la cual Dios no contestaba más plenamente
las oraciones que sus siervos elevaban por los enfermos que hay
entre nosotros, era que no podía ser glorificado haciéndolo mientras
violaran las leyes de la salud. También vi que él se proponía que la
reforma pro salud y el Instituto de Salud prepararan el camino para
que la oración de fe fuera plenamente contestada. La fe y las buenas
obras debieran ir de la mano en la obra de aliviar a los afligidos
que viven entre nosotros, y de prepararlos para que glorifiquen a
Dios aquí y sean salvados en la venida de Cristo. Dios prohíbe que
esas personas afligidas se chasqueen y apesadumbren al encontrar
que los administradores del Instituto trabajan solamente desde un
punto de vista mundanal, en lugar de añadir a la práctica médica
las bendiciones y virtudes del personal médico, que deben ser como
padres y madres en Israel.
Que nadie se forme la idea de que el Instituto es el lugar al
que se puede ir para ser restaurado por la oración de fe. Este es el
lugar donde se puede encontrar alivio de la enfermedad por medio
de los tratamientos y de los hábitos correctos de vida, y donde se
puede aprender a evitar la enfermedad. Pero si hay un lugar bajo el
cielo más que otro donde debieran ofrecerse oraciones calmantes
y compasivas por hombres y mujeres de devoción y fe, es en esta
Institución. Los que tratan a los enfermos debieran avanzar en su
importante obra confiando firmemente en Dios para tener su bendi-
ción a fin de obtener los recursos que él ha provisto en su gracia, y a
los cuales en su misericordia ha llamado nuestra atención como pue-
blo, tales como el aire puro, la higiene, el régimen de alimentación
saludable, los períodos debidos de trabajo y descanso, y el empleo
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del agua. No debieran tener ningún interés egoísta fuera de esta obra
importante y solemne.—
Testimonies for the Church 1:561 (1865)
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