Página 282 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Centros de influencia y enseñanza
El Señor ha ordenado que se establezcan sanatorios en muchos
lugares a fin de que se alcen como monumentos para él. Esta es
una de las formas que ha escogido para proclamar el mensaje del
tercer ángel. En esta forma la verdad alcanzará a muchos que de
otro modo no hubieran sido iluminados por el esplendor del mensaje
evangélico. En la presentación de la verdad algunos serán atraídos
por una fase del mensaje evangélico y otros por otra fase. El Señor
nos ha instruido a que trabajemos de tal modo que alcancemos a
todas las clases sociales. El mensaje debe ir a todo el mundo. La
obra de nuestros sanatorios debe contribuir al acrecentamiento del
pueblo de Dios. Los incrédulos serán convertidos por medio de esta
clase de esfuerzo misionero. Las admirables restauraciones de la
salud que ocurren en nuestros sanatorios conducirán a muchos a
contemplar a Cristo como el sanador del alma y el cuerpo.
Obreros abnegados, con una fe absoluta en Dios, debieran ele-
girse para hacerse cargo de estas instituciones. Hombres y mujeres
sabios, que se desempeñan como enfermeros, deben consolar y ayu-
dar a los enfermos y dolientes. Nuestros sanatorios deben ser luces
que brillan en lugares oscuros, porque los médicos, los enfermeros
y los auxiliares reflejan la luz de la justicia de Cristo...
Los sanatorios deben establecerse y administrarse de tal manera
que sean lugares de carácter educacional. Deben demostrar al mundo
la benevolencia del cielo. Aunque la presencia visible de Cristo no se
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discierna, sin embargo los obreros deben reclamar esta promesa: “He
aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”.
Mateo 28:20
. El ha asegurado a sus seguidores que dará poder para
continuar la obra que ha comenzado a los que le aman y temen. El
anduvo haciendo el bien, enseñando a los ignorantes y sanando a
los enfermos. Su obra no se detuvo con una exhibición de su poder
sobre la enfermedad. Convirtió toda obra de sanamiento en una
ocasión para implantar en el corazón los principios divinos de su
amor y benevolencia. Sus seguidores han de trabajar en la misma
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