Página 325 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Para la gloria de Dios
Se nos ordena que, sea que comamos, bebamos o hagamos cual-
quier otra cosa, lo hagamos todo para gloria de Dios. ¿Cuántos obran
por principios más bien que por impulsos, y obedecen esta orden al
pie de la letra? ¿Cuántos de los jóvenes discípulos de la localidad
de _____ han hecho de Dios su apoyo y heredad, y han procurado
fervientemente conocer y hacer su voluntad? Hay muchos que son
siervos de Cristo de nombre, pero no en verdad.
Cuando uno se rige por los principios religiosos, corre poco
peligro de cometer graves errores, porque el egoísmo, que siempre
enceguece y engaña, queda subordinado. El sincero deseo de hacer
bien a otro, predomina de tal manera que se olvida al yo. El sustentar
firmes principios religiosos es un tesoro inestimable. Es la influencia
más pura, elevada y sublime que puedan sentir los mortales. Los que
disponen de ella cuentan con un ancla. Reflexionan antes de dar un
solo paso, no sea que su efecto perjudique a otros y los aparte de
Cristo.—
Joyas de los Testimonios 1:201
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