Resultados de albergar un pecado
El baluarte más fuerte del vicio en nuestro mundo no es la vida
perversa del pecador abandonado ni del renegado envilecido; es la
vida que en otros aspectos parece virtuosa y noble, pero en la cual
se alberga un pecado, se consiente un vicio. Para el alma que lucha
secretamente contra alguna tentación gigantesca, que tiembla al bor-
de del precipicio, tal ejemplo es uno de los alicientes más poderosos
para pecar. Aquel que, a pesar de estar dotado de un alto concepto
de la vida, de la verdad y del honor, quebranta voluntariamente un
solo precepto de la santa ley de Dios, pervierte sus nobles dones
en señuelos del pecado. El genio, el talento, la simpatía y aun los
actos generosos y amables pueden llegar a ser lazos de Satanás pa-
ra arrastrar a otras almas hasta hacerlas caer en el precipicio de la
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ruina, para esta vida y para la venidera.—
El Discurso Maestro de
Jesucristo, 81
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