Compensació
Dios no desea que su obra se halle constantemente en apuros
económicos por causa de las deudas. Cuando sea necesario agregar
una nueva construcción a los edificios ya existentes en una institu-
ción, cuiden de no gastar más de lo que tienen. Es preferible aplazar
las mejoras hasta que la Providencia abra un camino para realizarlas
sin incurrir en deudas pesadas y tener que pagar intereses.
Nuestro pueblo ha considerado a las casas editoras como institu-
ciones de depósito capacitándolas así para suministrar medios con
el fin de sostener diversas ramas de la obra en diferentes campos
ayudando de este modo al establecimiento de otras empresas. Esto
es bueno, aunque no se ha hecho lo suficiente en estos renglones. El
Señor lo ve todo. Sin embargo, de acuerdo con la luz que se me ha
dado, debería realizarse todo esfuerzo posible para mantenerse libre
de deudas.
La obra de publicaciones está fundamentada en la abnegación y
se la debe conducir sobre la base de estrictos principios económicos.
El problema de las finanzas puede ser controlado si, cuando los
fondos son escasos, los obreros consienten en sufrir una reducción de
salario. El Señor me reveló que este principio debería ser adoptado
en nuestras instituciones. Cuando el dinero escasea, debiéramos
restringir nuestras necesidades.
Deben hacerse cálculos adecuados para el costo de las publi-
caciones, y entonces que todos los obreros de las casas editoras
estudien la forma de economizar en cada aspecto del trabajo, aun
cuando esto ocasione marcados inconvenientes. Vigílense los gastos
pequeños. Deténgase cada fuga. Es la suma de las pérdidas pequeñas
lo que se hace pesado al final. Recojan los pedazos; que nada se
pierda. No desperdicien los minutos conversando; los minutos des-
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aprovechados echan a perder las horas. La diligencia perseverante
que obra por la fe siempre se verá coronada de éxito.
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Testimonies for the Church 7:206-209 (1902)
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