Página 359 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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El ejemplo de Cristo
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“Andando Jesús junto al mar de Galilea, vio a dos hermanos,
Simón, llamado Pedro, y Andrés su hermano, que echaban la red en
el mar; porque eran pescadores. Y les dijo: “Venid en pos de mí, y
os haré pescadores de hombres. Ellos entonces, dejando al instante
las redes, le siguieron. Pasando de allí, vio a otros dos hermanos,
Jacobo hijo de Zebedeo, y Juan su hermano, en la barca con Zebedeo
su padre, que remendaban sus redes; y los llamó. Y ellos, dejando al
instante la barca y a su padre, le siguieron”.
Mateo 4:18-22
.
Estos humildes pescadores fueron los primeros discípulos de
Cristo. El no dijo que recibirían cierta suma de dinero por su servicio.
Debían compartir con él su abnegación y sus sacrificios.
“Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de
ellos, y predicando el Evangelio del reino, y sanando toda enferme-
dad y toda dolencia en el pueblo. Y se difundió su fama por toda
Siria; y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por
diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y
paralíticos; y los sanó”.
Mateo 4:23-24
.
Cristo era, en todo el sentido de la palabra, un misionero médico.
Vino a este mundo a predicar el Evangelio y a sanar a los enfermos.
Vino como sanador de los cuerpos tanto como de las almas de los
seres humanos. Su mensaje era que la obediencia de las leyes del
reino de Dios proporcionaría salud y prosperidad a los hombres y
mujeres...
Cristo pudo haber ocupado la posición más elevada entre los más
destacados maestros de la nación judía. Pero eligió en cambio llevar
el Evangelio a los pobres. Fue de lugar en lugar, para que los que se
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encontraban en los lugares poblados y en los sitios apartados pudie-
ran comprender las palabras del Evangelio de la verdad. Trabajó en
la forma como desea que sus obreros trabajen en la actualidad. Junto
al mar, sobre la falda de la montaña, en las calles de la ciudad, se
oyó su voz que explicaba las escrituras del Antiguo Testamento. Su
explicación fue tan distinta de la explicación dada por los escribas
y fariseos, que llamó la atención de la gente. Enseñó como alguien
que tenía autoridad, y no como los escribas. Proclamó el mensaje
evangélico con claridad y poder.
Nunca existió un evangelista como Cristo. Era la mayúscula
majestad del cielo, pero se humilló para adoptar nuestra naturaleza
a fin de encontrar a los hombres en el lugar donde están. Cristo,