Página 358 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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El ejemplo de Cristo
Querido Hermano,
Una vez usted sugirió que si los gerentes de nuestras institucio-
nes ofrecieran sueldos más elevados, asegurarían obreros de mejor
calidad y así realizarían un trabajo mejor. Hermano, este razona-
miento no está en armonía con los planes del Señor. Somos todos
siervos suyos. No nos pertenecemos. Hemos sido comprados por un
precio y debemos glorificar a Dios en nuestro cuerpo y espíritu, los
que le pertenecen. Esta es una lección que todos debemos aprender.
Necesitamos la disciplina indispensable para el desarrollo de un
carácter cristiano cabal.
Nuestras instituciones deben estar completamente bajo la super-
visión de Dios. Fueron establecidas con sacrificio, y únicamente con
sacrificio se puede llevar a cabo su trabajo con éxito.
Una obra en crecimiento
Sobre todos los que se dedican a la obra del Señor descansa
la responsabilidad de cumplir su comisión: “Por tanto, id, y haced
discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del
Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros
todos los días, hasta el fin del mundo”.
Mateo 28:19-20
.
Cristo mismo nos ha dado el ejemplo de la forma como debemos
trabajar. Leamos el capítulo cuatro de Mateo y aprendamos los
métodos que Cristo, el Príncipe de la vida, siguió en su enseñanza. “Y
dejando a Nazaret, vino y habitó en Capernaum, ciudad marítima, en
la región de Zabulón y de Neftalí, para que se cumpliese lo dicho por
el profeta Isaías, cuando dijo: Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí,
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camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el
pueblo asentado en tinieblas vio gran luz; y a los asentados en región
de sombra de muerte, luz les resplandeció”.
Mateo 4:13-16
[
Special Testimonies, Series B 19:37-40 (1903)
.
]
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