La violación de la ley física
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lujos destinados a complacer el apetito pervertido, que menoscaban
la vitalidad y acarrean sufrimiento y corrupción. Es imposible que
presentemos nuestros cuerpos en sacrificio vivo a Dios cuando los
llenamos continuamente de contaminación y enfermedad por causa
de nuestra propia complacencia pecaminosa. Se debe instruir a la
gente acerca de cómo comer y beber y vestir de modo que se pro-
mueva la buena salud. La enfermedad es el resultado de la violación
de las leyes naturales. La obediencia a las leyes de Dios es nuestro
primer deber, y es algo que le debemos a Dios, a nosotros mismos,
y a nuestros semejantes. En esos preceptos están incluidas las leyes
de la salud.