Las calificaciones necesarias
Se me mostró que los médicos y los auxiliares debieran poseer
las cualidades más elevadas, debieran tener un conocimiento práctico
de la verdad, debieran infundir respeto y su palabra debiera ser digna
de confianza. Debieran ser personas que no tengan una imaginación
enfermiza, que tengan perfecto autocontrol, que no sean caprichosos
ni inconstantes, y que no tengan celos ni hagan suposiciones mal
intencionadas; personas que tengan una fuerza de voluntad que no
ceda ante las pequeñas indisposiciones, que carezcan de prejuicios,
que no piensen el mal, que piensen y actúen con calma y conside-
ración, y que no pierdan de vista la gloria de Dios y el bien de los
demás. A nadie se debiera elevar a una posición de responsabilidad
nada más porque la desea. Debieran promoverse a una posición de-
terminada únicamente los que estén calificados para desempeñarla.
Los que han de desempeñar responsabilidades primero deben ser
probados y dar evidencia de que carecen de celos, que no tomarán
entre ojos a determinada persona, que no favorecerán a unos pocos
amigos e ignorarán a otros. Dios quiere que todos actúen rectamente
en esa institución.—
Testimonies for the Church 1:567 (1867)
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