La eficiencia depende del vigor
La eficiencia de quien cuida a los enfermos depende, en buena
parte, de su vigor físico. Cuanto mejor sea su salud, mejor podrá
aguantar la tensión requerida para atender a los enfermos, y mejor
podrá desempeñar sus deberes. Los que cuidan a los enfermos deben
prestar atención especial al régimen alimentario, al aseo, al aire
puro y al ejercicio. Un cuidado semejante por parte de la familia
la habilitará también para soportar la carga suplementaria que le es
impuesta y le ayudará a guardarse de contraer enfermedad...
Las enfermeras, y todos los que tienen que hacer en el cuarto del
enfermo, deben manifestarse animosos, tranquilos y serenos. Todo
apuro, toda agitación y toda confusión deben evitarse. Las puertas se
han de abrir y cerrar con cuidado, y toda la familia debe conservar
la calma. En casos de fiebre, se necesita especial cuidado cuando
llega la crisis y la fiebre está por disminuir. Entonces hay que velar
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constantemente. La ignorancia, el olvido y la negligencia han causa-
do la muerte de muchos que hubieran vivido si hubiesen recibido
el debido cuidado por parte de enfermeras juiciosas y atentas.—
El
Ministerio de Curación, 167-168 (1905)
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