Efectos de hábitos equivocados
Entre los profesos cristianos del mundo existe ahora muy poca
fortaleza moral. Muchos han acariciado hábitos equivocados y las
leyes físicas y morales se han descuidado hasta el punto en que la
virtud y la piedad generales son extremadamente bajas. Los hábitos
equivocados rebajan las normas de la salud física y entorpecen las
fuerzas mentales y espirituales. La complacencia de los apetitos y
pasiones desnaturalizados ejerce una influencia poderosa sobre el
sistema nervioso del individuo. Los órganos animales se fortale-
cen, mientras que las fuerzas morales van perdiendo su vigor. Es
imposible que una persona intemperante sea cristiana al mismo
tiempo, porque sus facultades superiores llegan a ser esclavas de las
pasiones.—
Testimonies for the Church 3:51
.
48