El trabajo de los pioneros
El trabajo médico misionero es una obra de pioneros para el
Evangelio, es la puerta por la cual la verdad para estos tiempos
hallará entrada en muchos hogares. El pueblo de Dios debe estar
formado por misioneros médicos genuinos, porque deben aprender
a administrar a las necesidades tanto del alma como del cuerpo.
Nuestros obreros deben dar evidencia de la más pura abnegación
mientras salen para dar tratamientos a los enfermos, basándose en
el conocimiento y la experiencia obtenidos por medio del trabajo
práctico. Al trabajar de casa en casa hallarán acceso a muchos cora-
zones. De este modo muchas personas que no serían alcanzadas de
otra manera escucharán el mensaje del Evangelio. Una demostración
de los principios de la reforma pro salud hará mucho para deshacer
los prejuicios contra nuestro trabajo evangélico. El Gran Médico,
el originador de la obra médica misionera, bendecirá a todas las
personas que se esfuercen por impartir la verdad para este tiempo.
La sanidad física se encuentra íntimamente ligada con la comi-
sión evangélica. Cuando Cristo envió a sus discípulos en su primer
viaje misionero, les ordenó: “Y yendo, predicad, diciendo: El reino
de los cielos se ha acercado. Sanad enfermos, limpiad leprosos, re-
sucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de
gracia”.
Mateo 10:7-8
. Y cuando les dio su comisión, al fin de su
ministerio terrenal, les dijo: “Estas señales seguirán a los que creen:
En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas;
tomarán en las manos serpientes, y si bebieren cosa mortífera, no
[498]
les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, y sanarán”.
Marcos 16:17-18
El médico amado
Después de la ascensión de Cristo, leemos lo siguiente acerca
de los discípulos: “Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes,
[
The Review and Herald, 17 de diciembre de 1914
.
]
548