Página 556 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Consejos Sobre la Salud
y con el trono de la misericordia. El quiere que haya muchos lugares
desde donde brille la luz de su gracia. Aquel que comprende las
necesidades de cada situación provee los medios que se colocarán
a la disposición de los obreros en distintos lugares con el fin de
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capacitarlos para llamar más poderosamente la atención del pueblo a
las verdades que los pueden liberar tanto de sus males físicos como
espirituales.
Se deben cultivar la compasión y la simpatía
En el Salvador se despertaban las simpatías más tiernas por la
humanidad caída y doliente. Si usted se encuentra entre sus segui-
dores, debe cultivar la compasión y la simpatía. La indiferencia por
las desgracias humanas debe ceder su lugar a un interés vivo por los
sufrimientos de los demás. La viuda, el huérfano, el enfermo y el
moribundo, siempre necesitarán ayuda. Esta es una oportunidad para
proclamar el Evangelio: para poner en alto a Jesús, la esperanza y el
consuelo de todos los seres humanos. Cuando el cuerpo sufriente ha
recibido alivio, se abre el corazón y el bálsamo celestial se puede
derramar en él. Si usted contempla a Jesús y de él obtiene conoci-
miento y fuerza y gracia, podrá impartir su consuelo a otros, porque
el Consolador lo acompañará.
Se van a encontrar con muchos prejuicios, una gran cantidad de
celo falso y de piedad espuria; pero tanto en los campos nacionales
como extranjeros descubrirán que Dios ha estado preparando a más
corazones de los que pueden imaginar, para recibir la semilla de
la verdad, y cuando les sea presentada, ellos darán gozosamente la
bienvenida al mensaje divino.
Hay muchos que sufren más por los males del alma que por las
enfermedades del cuerpo, y no hallarán alivio hasta que acudan a
Cristo, la fuente de la vida. La carga del pecado, con su desaso-
siego y sus deseos insatisfechos, es la causa fundamental de una
gran cantidad de los males que sufren los pecadores. Cristo es el
Poderoso Sanador del alma enferma de pecado. Estas almas pobres
y afligidas necesitan tener un conocimiento más claro de Aquel cuyo
conocimiento es vida eterna. Necesitan que se les enseñe paciente y
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bondadosamente, pero con diligencia, cómo abrir las ventanas del
alma para que por ellas penetre la luz del amor divino. Entonces se