El trabajo de los pioneros
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podrá emplearlos para contrahacer la obra que Cristo vino a realizar
a la tierra.
Se necesitan simpatía y apoyo
De aquí en adelante la obra médica misionera debe llevarse a
cabo con mayor denuedo. Se deben establecer misiones médicas
que sirvan de pioneras en la proclamación del mensaje del tercer
ángel. ¡Hay una tremenda necesidad de obtener medios para realizar
esta clase de trabajo! Pero estas misiones médicas evangélicas no
se pueden establecer sin que se reciba ayuda financiera. Cada una
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de estas empresas necesita nuestra simpatía y nuestros medios, para
que se puedan establecer las facilidades que harán un éxito de la
obra.
Se debe realizar un trabajo especial en las ciudades por donde la
gente pasa constantemente. Cristo dedicó mucho tiempo a trabajar
en Capernaum porque era una ciudad frecuentada constantemente
por viajeros que muchas veces permanecían en ella durante varios
días.
Cristo buscaba a la gente dondequiera que se hallaban y presenta-
ba delante de ellos las grandes verdades relativas a su reino. Mientras
iba de un lugar a otro, bendecía y consolaba a los sufrientes y sa-
naba a los enfermos. Esta es nuestra obra. Grupos pequeños deben
salir a realizar el trabajo que Cristo les encomendó a sus discípulos.
Mientras trabajan como evangelistas pueden visitar a los enfermos,
orar por ellos y, si la ocasión se presenta, darles tratamientos, no con
medicinas, sino con los remedios que la naturaleza provee.
Clínicas pequeñas en muchos lugares
Hay muchos lugares que necesitan el trabajo médico misionero
y donde se deberían establecer clínicas pequeñas. Dios desea que
nuestros sanatorios constituyan un medio para alcanzar a las clases
altas y bajas, a los ricos y los pobres. Deben ser administrados de tal
manera que mediante su trabajo llamen la atención al mensaje que
Dios ha enviado al mundo.
Que le Señor aumente nuestra fe y nos ayude a comprender su
deseo de que todos nos familiaricemos con su ministerio de curación