Página 577 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Palabras de advertencia a un director médico
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No hay cambio en la causa de Dios
No debe haber ningún cambio en las características generales
de la causa de Dios. Debe mantenerse tan clara y precisa como ha
sido delineada por la profecía. No debemos entrar en confederación
con el mundo, suponiendo que al hacerlo podíamos lograr un éxito
mayor. Hermano mío, si usted se pone en el camino para entorpecer
el progreso de la obra en las líneas designadas por Dios, incurrirá
en el desagrado divino. Hay que dar el mensaje de advertencia, y
después de haber cumplido fielmente su parte en la obra, no debe
estorbar a otro de los siervos de Dios en el desempeño de la obra que
debe realizar. El trabajo por la gente degradada y caída no debe ser
convertido en el tema principal y más importante de todos. Esta tarea
debe combinarse con la obra de instruir a las iglesias. Nuestro pueblo
debe ser enseñado para que ayude a los necesitados y vagabundos.
Ningún aspecto de nuestra fe, que nos ha hecho lo que somos, ha
de ser debilitado. Tenemos los antiguos marcadores de la verdad, la
experiencia y el deber, y hemos de permanecer firmes en defensa de
nuestros principios, ante la plena vista del mundo. Con los corazones
llenos de interés y solicitud, debemos presentar la invitación a la
gente que se encuentra en todas partes. Hay que llevar a cabo la obra
médica misionera. Pero ésta es una sola parte de la tarea que se tiene
que cumplir; pero no se la debe convertir en el todo. Debe ser en
relación con la obra de Dios lo que la mano es en relación con el
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cuerpo. Puede ser que haya personas indignas relacionadas con el
ministerio, pero nadie puede ignorar el ministerio sin ignorar a Dios.
Hermano mío, se me ha mostrado que usted corre el peligro
de apartarse de nuestro pueblo, porque se siente como una entidad
completa. Pero si usted se une a las personas que tienen su propia
manera de pensar, aparte de la iglesia, que es el cuerpo de Cristo, es-
tablecerá una confederación que será despedazada, porque ninguna
unión puede permanecer a no ser la que Dios ha establecido. Los
que están recibiendo educación médica, de vez en cuando escuchan
insinuaciones que desmerecen la iglesia y el ministerio. Estas insi-
nuaciones son semillas que brotarán y producirán fruto. Sería mejor
educar a los estudiantes para que comprendieran que la iglesia de
Cristo en la tierra debe ser respetada. Necesitan un conocimiento
claro de las razones de nuestra fe. Este conocimiento deben poseerlo