Página 576 - Consejos Sobre la Salud (1989)

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Consejos Sobre la Salud
Nuestra obra para este tiempo
¿Qué dice el Señor en el capítulo 58 de Isaías? Todo el capítulo
es de gran importancia. “¿No es más bien el ayuno que yo escogí—
pregunta Dios—, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas
de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo
yugo? ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres
errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y
no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá tu luz como el alba,
y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la
gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá
Jehová; clamarás, y dirá él: heme aquí”.
“Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en
mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de Jehová; y
lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu
voluntad, ni hablando tus propias palabras, entonces te deleitarás en
Jehová, y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a
comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de Jehová lo ha
hablado”.
Isaías 58:6-9, 13-14
.
Esta es nuestra obra. La luz que poseemos acerca del mensaje
del tercer ángel, es luz verdadera. La marca de la bestia es exacta-
mente lo que se ha dicho que es. No todo lo que concierne a este
asunto se comprende plenamente, y no se comprenderá hasta que
se despliegue el rollo; pero en nuestro mundo debe realizarse una
obra muy solemne. El mandamiento que Dios da a su siervos es:
“Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta,
y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pecado”.
Isaías 58:1
. Debe proclamarse un mensaje que despierte a las igle-
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sias. Debe realizarse todo esfuerzo para dar la luz, no sólo a nuestro
pueblo, sino también al mundo. Se me ha instruido que las profecías
de Daniel y Apocalipsis debieran imprimirse en libros de tamaño
reducido, con las explicaciones necesarias, y debieran enviarse a
todo el mundo. Nuestro propio pueblo necesita que se ponga ante
ellos la verdad con toda claridad.